5 jun 2011

El triunfo de la modestia

- EL RÍOS RENOVABLES HA ALCANZADO EL TECHO DEPORTIVO CON TAN SÓLO 11 AÑOS DE HISTORIA

Que un club con sólo once años de historia haya llegado a la élite puede parecer propio de una fábula. Ayer en Tudela, la fantasía y la utopía se fundieron con la realidad, con la vida misma. Puede que José Luis Ruiz, presidente del Ribera Navarra FS, supiera que la fórmula para alcanzar las metas más ambiciosas es el trabajo. Trabajo duro, sin descanso, y con humildad. La humlidad de cuatro amigos que, como en una historieta de barra de bar, se reúnen en una cafetería y deciden fundar un equipo de fútbol sala.

El Ribera Navarra FS empezó con los suyos, con los modestos. La Primera Nacional B era un inicio factible y acorde con un club de estructura y plantilla humilde. Ruiz y sus ayudantes cimentaron lentamente las bases de un equipo que, con el paso de los años, debía ir planteándose un crecimiento progresivo en la parcela deportiva. El ascenso a Nacional A, en la temporada 2004-2005 llegó merced a la fusión con el Metales San Jorge. Fue una primera piedra, pese a que esa misma temporada el equipo volvió a descender.

Cassio abraza a un emcionado Luis Buñuel, directivo.
Y entonces llegó el plan maestro. El Ribera Navarra FS, tras regresar a Nacional A en la 2007-2008 , mira con la ilusión de un joven bachiller hacia la División de Plata. Previemente, el club trabaja duro en la creación de la Escuela de Fútbol Sala. Sin base no hay resultados. José Luis Ruiz lo tenía claro. Y también que hacía falta una inyección económica de envergadura. Por eso, la llegada de Opde como patrocinador en esa nueva andadura supuso un empujón en el trabajo deportivo del club.

Charly, ex del Xota, supuso el primer gran fichaje de la entidad ribera, muestra de que la cosa iba en serio. Tras lograr la permanencia ’in extremis’ en la Primera Nacional A, la campaña 2008-2009 trajo consigo el ansiado ascenso a Plata. Tudela y la Ribera tenían por fin un equipo en la segunda máxima categoría del fútbol sala nacional. Costó sudor y sufrimiento asentar al club en un escalón tan alto. En la primera temporada en Plata, pasaron por el club ribero tres entrenadores. Víctor Acosta, el último en llegar, ha sido el artífice del éxito del Ribera Navarra FS dentro de la pista. Bajo su dirección llegaron nombres como Passarinho o Lupu, que apuntalaron una plantilla ahogada en la clasificación con tan sólo 6 puntos en una vuelta. El club ribero remontó el vuelo salvándose en la última jornada. Lo mejor estaba por llegar.

José Luis Ruiz confió en la continuidad de Acosta en el banquillo. Ríos renovables irrumpió como patrocinador principal y el club conformó una plantilla de ensueño. La llegada de Fabricio, Andresito o Carlos Anós, jugadores de contrastada calidad, ha hecho del equipo tudelano un bloque temible y con un estilo de juego muy difícil de contrarrestar. Sólo el Puertollano ha podido superarles en la clasificación de División de Plata. Después de un ‘play off’ inmaculado, el sueño de aquellos cuatro amigos que se juntaron en 2oo1 es ahora el final feliz de un cuento de hadas.

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